ZACH
Había pasado casi un mes desde aquella fiesta a la que habían ido con Vicky. Las noticias de los días siguientes habían hablado solo de un par de adolescentes internadas con una enfermedad que no podían explicar, pero que él sabía perfectamente de que se trataba: falta de sangre por la mordida de un vampiro. Una de las chicas había fallecido a los pocos días, la otra seguía aún ahora en el hospital. Alguna vez, en todo ese tiempo, había ido a lo de Vicky a revisar el blog de Internet para tratar de averiguar lugar y fecha de la próxima fiesta, pero no había aparecido nada. De a poco, su impaciencia había ido creciendo. Aún así, nunca se habían sentado a elaborar un plan para actuar en caso de que se confirmara una nueva reunión.
De pronto, la voz del noticiero llamó su atención. Sarah, la madre de Liz y Dylan miraba la televisión, y se había detenido en aquel canal al ver una noticia alarmante. No solo habían encontrado a una chica muerta, nuevamente en el territorio que Vicky asegurara pertenecía al clan Yager, había otras dos chicas y también un chico en el hospital. Una nueva fiesta de la muerte se había llevado a cabo, y esta vez más descontrolada que las anteriores. Y lo que era pero, él no se había enterado. ¿Cómo podía ser posible? Hacía varios días que él no miraba el blog, pero Vicky había asegurado que lo revisaba todos los días. ¿Cómo podía haber pasado aquello por alto?
La furia se apoderó de él. Estaba seguro de que la chica lo había visto. ¿Por qué no le había avisado?
Sin decir una palabra, corrió hasta el garage de la casa. Revolvió en un rincón de la pared el que colgaban varios juegos de llaves de un clavo, hasta encontrar lo que buscaba, y luego se dirigió a un rincón oscuro de la habitación, donde descansaba, algo cubierta de polvo, una moto negra de aspecto imponente a pesar de tener ya algunos años. Sin molestarse siquiera en buscar un casco, abrió la puerta y salió a toda velocidad en dirección a la casa de la chica.
Al llegar, se la encontró en la puerta, hablando animadamente con Liz, como si todo estuviera perfectamente bien. El ruido del motor llamó la atención de las dos chicas, que se giraron a observar de qué se trataba. Y, al reconocerlo, el rostro de ambas se ensombreció levemente. Hecho una furia, dejó el vehículo a un costado y se abalanzó sobre la morocha, la cual no apartó la mirada de él un segundo.
-“¿Por qué no me avisaste?” le rugió. “¡Hubo otra de esas fiestas malditas y no me dijiste nada! ¿Por qué?”
-“Por que no iba a servir de nada que fuéramos otra vez. No podemos ayudar a nadie solo mirando. Y es arriesgado estar ahí. Alguien podría descubrirnos.”
La furia de Zach iba en aumento. Liz lo miraba atónita a un costado.
-“Zach, si me soltás sería muy bueno,” exclamó Vicky con parsimonia. “Me estás lastimando.”
El chico bajó la vista hacia sus manos. Había tomado a la chica casi por los hombros, y estaba sujetándola con fuerza, sus dedos hundidos en la carne. Intentando calmarse, la soltó.
-“No nos sirve de nada saber cuando van a hacer una fiesta,” intentó explicarle ella entonces, “si no tenemos algún plan. Esto no es un juego, Zach.”
-“¡Pero están matando gente!” rugió él, intentando contenerse de agarrarla de nuevo.
-“Y si vamos así nomás a querer pararlos va a ser a nosotros a quienes van a matar. Y no va a ser de mucha ayuda.”
-“Zach, ella tiene razón.” La voz de Liz sonó temerosa. A pesar de que, al hablar, se acercó a él, mantuvo una distancia prudente. La furia del chico parecía muy lejos de aplacarse, y ella no deseaba ser su próxima víctima.
-“¡Vos no te metas!” le gritó entonces, mirándola con furia, y haciéndola retroceder, pálida. Su mano volvió a ejercer presión sobre el brazo de Vicky, que hizo una mueca de dolor.
-“¡Hey! ¿Qué está pasando acá?” Los rostros de los tres adolescentes giraron al mismo tiempo. En algún momento durante la discusión, un muchacho cuyo aspecto no parecía indicar que fuera mucho mayor que ellos mismos apareció caminando por la calle. No era más alto que Zach, pero si visiblemente más robusto.
-“Hola, Tom,” saludó Vicky con voz monótona. La presión se liberó completamente en su brazo. Zach miró al muchacho de arriba hacia abajo y se giró hacia donde estaba la moto.
-“Después hablamos,” le dijo a Vicky, mientras e iba.
-“¿Todo bien?” preguntó Tom, mirándolo alejarse.
-“Si, todo bien,” murmuró ella, ausente, masajeándose el brazo mientras caminaba hacia la puerta de su casa.
LIZ
Los tres entraron a la casa en silencio. Tom caminó hacia uno de los sillones y, mientras las chicas empezaban a subir la escalera, murmuró algo de esperar a la mamá de Vicky allí, a lo que ella asintió.
-“¿Liz, estás bien?” le preguntó la chica una vez que hubieron llegado arriba, viéndola con preocupación. “Estás pálida.”
Sin decir nada, la chica se sentó sobre la cama. Una imagen había quedado grabada a fuego en su cerebro: algo que la había sorprendido y aterrado. Dos ojos, generalmente de un tono apenas verdoso, clavándose sobre ella con un brillo rojizo como dos llamas. Los ojos de un vampiro; pero en la última persona en la que esperaba verlos.
-“¡Liz!” Vicky la volvió a traer a la realidad.
-“Yo… Vicky, vos… ¿viste los ojos de Zach?”
La otra le devolvió una cara de sorpresa.
-“Cuando me miró, mientras estabamos afuera, sus ojos… Estoy segura de que los ví brillar como… como si fuera un vampiro.”
La cara de Vicky permaneció inmutable un momento, y luego el atisbo de una sonrisa iluminó sus labios. Giró la silla del escritorio y se sentó mirando a su amiga con expresión pensativa.
-“Supongo,” dijo entonces, “que es una prueba de que las leyendas son ciertas…”
-“¿Qué leyendas?” interrogó la otra.
Vicky suspiró. Liz se acomodó en una posición más cómoda apoyando la espalda contra la pared y subiendo los pies a la cama. Sabía, por la expresión de su rostro, que la chica iba a contarle una historia interesante.
-“Hay un par de leyendas que hablan sobre los orígenes de ciertos tipos de vampiros y de los primeros cazadores. Más que leyendas yo diría que son, básicamente, teorías; desde mi punto de vista muy razonables y posibles, aunque otros no las acepten. Zach sería el primero en negarlas…”
Vicky hizo una pausa, como buscando las palabras para seguir. Liz le devolvió una mirada expectante.
-“Como ya sabrás,” siguió la chica, “hay dos tipos de vampiros. Unos son los que algunos llaman vampiros nocturnos. Son vampiros que, entre otras cosas, no toleran la luz del sol. Ninguno nació así: todos fueron humanos que recibieron la cantidad suficiente de sangre de otro vampiro como para transformarse. El otro tipo son los vampiros como los de mi familia; los que iniciaron la tradición de agruparse en clanes. Algunos los llaman vampiros de sangre pura o vampiros diurnos, porque pueden estar a la luz del sol. Son vampiros desde que nacen. Crecen y llegada cierta edad dejan de envejecer. Son los únicos que pueden reproducirse… por los métodos tradicionales, digamos.”
Liz asintió con una leve sonrisa. Hasta ahí, Vicky no le estaba diciendo nada nuevo. La chica siguió hablando:
-“No se sabe cual es el origen de los primeros vampiros, pero si se sabe que los llamados vampiros nocturnos fueron los primeros en aparecer. Algunos dicen que los primeros vampiros diurnos fueron los hijos de mujeres que estaban embarazadas en el momento en que fueron transformadas; que su nuevo estado se transmitió a los bebés en una forma de vampirismo mutado. Nadie sabe muy bien, aunque es probable. Del mismo modo, algunos dicen que los cazadores de vampiros así como ustedes: familias que por generaciones se dedican a cazarnos, se originaron entre los hijos de mujeres que, probablemente, fueron violadas por vampiros. Dicen que, al mezclarse primero con humanos, la sangre vampírica se fue disolviendo, desapareciendo cosas como la sed. La mayoría de los cazadores se casa con otros cazadores, por lo que ciertas otras cosas no se pierden. Por eso son tan rápidos, tienen mejores reflejos y más fuerza que las personas comunes… Y necesitan dormir menos.”
Liz la miró entre asombrada e incrédula, procesando lo que acababa de escuchar.
-“Zach podría matarte si te escuchara decir eso,” respondió entonces. “Jamás lo aceptaría. Aunque… realmente explicaría muchas cosas… Si, me parece posible.”
Vicky la miró un momento, esperando a que se explicara. De algún modo intuía, de forma acertada, que la chica no solo hablaba de lo que había presenciado un momento atrás.
-“Supongo,” empezó Liz, entonces, “que ya te habrás dado cuenta de que yo… bueno, no soy muy beuna con todo esto de cazar vampiros y todo eso. O sea, no es solo que no tengo mucho entrenamiento, sino que… Nunca me gustó mucho entrenar y todo eso porque nunca me sentí cómoda. No tengo las mismas habilidades que los demás. Es como si me faltara algo…”
Vicky asintió, indicando que la seguía.
-“En mi casa no se habla mucho del tema,” siguió entonces, “pero como tal vez sepas, Dylan y yo somos solo medio-hermanos. El papá de él era un cazador de vampiros, el hermano del padre de Zach. Mi papá falleció unos meses antes de que yo naciera, por lo que él siempre fue como un padre para mí, pero él y mi mamá se casaron cuando yo era un bebé.
Vicky la miró sin comprender a que quería llegar.
-“Mi papá,” explicó Liz, entonces, “no era un cazador. Era una persona común y corriente. Él no sabía nada de vampiros hasta que la conoció a mi mamá. Y después se enamoraron…”
La otra le sonrió.
-“Supongo que por eso nos llevamos bien vos y yo,” le dijo. “Después de todo no somos tan diferentes: la mezcla entre una raza y otra…”
Liz le devolvió la sonrisa. Si, probablemente tuviera razón. Probablemente por esos e había sentido tan atraía hacia ella en un principio, luego de que la chica le salvara la vida. Probablemente por eso se entendían tan bien.

5 comentarios:
Actualmente es la unica historia que estas escribiendo?
no, en realidad no. Estoy trabajando en una que ya casi está terminada para un concurso, pero estoy casi en la fecha límite y me falta pulir algunos detalles, así que probablemente no llegue a enviarla :(
y estoy trabajando en otra historia que es más bien una saga pero por el momento no son más que escenas y notas metidas en una carpeta. Le falta mucho todavía. Y tengo en mente una secuela para esta historia, pero por el momento no tengo nada en concreto.
además, estoy falta de tiempo para sentarme a trabajar bien ene stas cosas. tengo muchas cosas que leer para las carreras que estudio y me la paso la mayor parte del día afuera, así que se complica todo más.
pero no, no es la única.
gracias por pasar!
tienes msn o algun modo de hablar directamente, es que tengo una en la cabeza y queria saber si podias darme tu opinion y un poco de ayuda obviamente si tienes ganas y tiempo. grax ^^
tiempo lo que se dice tiempo... no, pero siempre puedo tratar de hacerme un rato :)
tengo msn, pero perdí la cuenta de cuando fue la última vez que me conecté. pero siempre podés mandarme un mail o agregarme en facebook. para cualquiera de las dos cosas, la dirección es: mbelgracia@hotmail.com
Hola ..
Graçias por pasa y leer la verdad que me alegrama mucho que al menos una persona haya leido hehehhe esa semana no pude ler la tuya el capitulo 9 y ni posta nueva entrada en mi pagina ,pero esa semana pasare porque ni si quisiera podria dejar de leer estoy super enganchada ....
Nos leemos hehehe
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